«Para cruzar por un paso de peatones, es obligatorio bajarse de la bici y cruzarlo andando». Así de tajante es la Dirección General de Tráfico (DGT) ante una de las acciones más vistas en las calles de las ciudades diariamente. Y es que en contra de lo que muchos ciclistas piensan, las bicis no tienen prioridad en los pasos de peatones (no confundirlos con los pasos para ciclistas). En caso de no respetar esta norma, tendrás que pagar 200 euros.
Las bicicletas son vehículos. Y por lo tanto, del mismo modo que los vehículos a motor, no pueden circular a su aire. Los ciclistas están obligados a circular por el carril bici o, en el caso de que no lo hubiera, por la carretera como el resto de vehículos a motor.
Igual que los coches y motos deben llevar encendidas las luces entre la puesta de sol y el amanecer, también hay que hacerlo en bici. Tanto en vías interurbanas, como en túneles o en condiciones de baja o nula visibilidad, los ciclistas están obligados a llevar una luz delantera blanca y una trasera roja, además de alguna prenda de vestir con elementos reflectantes cuando se circula fuera de la ciudad.
Los auriculares en bici también están prohibidos. Esta actividad aísla al ciclista de su entorno y distrae su atención, favoreciendo todo tipo de accidentes imprevisibles. Al tener consideración de vehículos, una bicicleta sólo puede manejarse con las facultades psicomotoras de su usuario en perfecto estado de revista. Pedalear con una alta tasa de alcohol en sangre o bajo los efectos de sustancias psicotrópicas es, igual que sucede con los vehículos a motor, sancionable.